Ciertamente esta lectura de la primera carta de San Pablo a los Corintios, capítulo 13, que se nos propone podríamos decir que es el principio. De hecho es la lectura que más parejas de novios eligen para leerla el día de su boda, por ello decimos que es el principio.

El Amor en la Familia

1 Corintios, 13

“La más grande de todas es el amor.»

Ciertamente esta lectura de la primera carta de San Pablo a los Corintios, capítulo 13, que se nos propone podríamos decir que es el principio. De hecho es la lectura que más parejas de novios eligen para leerla el día de su boda, por ello decimos que es el principio.

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Es la mejor descripción del amor y está bien querer emprender una familia con este modelo de amor. De hecho nosotros también la escogimos en nuestra boda. Sin duda es el tipo de amor que Dios desea para sus hijos, y en este caso para unos novios que desean emprender una vida juntos y formar una familia. Es el amor que debe reinar entre los miembros de la familia.

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Otra cosa es el concepto de familia que tenemos hoy en día. Sin duda, como tantas otras cosas, ha variado con los años. No tienen la misma idea de familia un joven o una joven de hoy en día, que el que tenían nuestros padres y no digamos ya nuestros abuelos.
De hecho cierto sector de la sociedad más conservadora cree que hay una especie de “complot” para hundir a la familia tradicional.

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¿Creemos que es así o nos atrevemos a profundizar un poco más?
Hace dos años tuvimos ocasión de escuchar la homilía de un párroco explicando el evangelio en el que Jesús se perdió de niño en la caravana en la que iba con sus padres. Nos explicó que, en aquel entorno, no sería extraño, pues iría mucha gente, ya que la familia era extensa, tíos, primos, abuelos… todos aquellos que se unían para llevar a buen término su proyecto y su forma de vida. Un grupo de gente que se querían y luchaban por mantener y proteger sus bienes, sus intereses comunes.

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Aquello nos dio que pensar ¡Por fin un párroco hablaba de un concepto de familia más amplio del que estábamos acostumbrados a oír, con una mentalidad más acorde a nuestros tiempos!
¿Realmente hay un solo modelo de familia establecido en el evangelio o más bien hemos confundido las cosas?

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¿Es más familia un matrimonio tradicional con tres hijos en el que solo se guardan las apariencias y donde el padre no sabe ni el curso en el que están sus hijos porque de eso se encarga la madre, que el que pueden formar dos jóvenes que se quieren de verdad aunque no estén casados? ¿O la que pueda formar una madre o padre adoptivo o de acogida con unos niños que les necesitan y en los que vuelcan todo su tiempo, dedicación y cariño?

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¿No será que familia es el grupo de gente que convive poniendo en práctica de verdad los valores que propone la lectura, sin ser tan importante en qué circunstancias se encuentren?.
Como en todo no juzguemos y atrevámonos a interpretar la palabra de Dios actualizándola y haciéndola viva en todas las realidades. Teniendo en cuenta además que, a lo largo del mundo, hay otros modelos de familias.

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Nosotros siempre hemos visto la familia de María, José y Jesús, como una familia humilde que ya comenzaron con problemas, que iban de un lado para otro y a los que, en muchas ocasiones no acogían o querían matar, por lo cual tenían que huir. ¿Nos suena esto?. ¿No sería posible imaginarlos hoy en día tratando de llegar a nuestras costas en una patera? ¿Cómo actuaríamos los demás? ¿Los acogeríamos o los traicionaríamos abandonándolos a su suerte por no encajar en nuestros esquemas o por temor a que no se integraran en nuestra sociedad?

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De hecho nosotros somos FAMILIA CONSOLACIÓN y somos un gran grupo de personas unidas por un mismo proyecto tratando de vivir al estilo de lo dicho en la carta a los Corintios que se nos propone este mes.

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Por último queremos compartir con vosotros un consejo que nos dio el cura que celebró nuestra boda, nos dijo: “tened siempre una casa acogedora y abierta”.
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