A lo largo de la historia siempre han habido mujeres y hombres valientes, capaces de plantarle cara a la injusticia y la opresión. Contamos con un gran Referente: M. Rosa Molas. Mujer con los pies en la tierra, conocedora de la dura realidad de muchas personas. Ella nunca se paraliza, incansable, busca siempre mejorar su situación.

Hoy, más que nunca, la Iglesia necesita personas como ella, posicionadas a favor de la igualdad y en contra de la violencia, que apoyen a las víctimas y rechacen las desigualdades e injusticias. Personas que, desde su realidad y ámbito de acción, sepan estar «A la altura de la sana ilustración de la época», lo que se traduce en conocer las evidencias científicas para luchar con más efectividad por un mundo más humano y más justo.

Hoy, ​8M,​ nos sobran ​datos​ sobre la dura realidad de muchas mujeres y niñas en el mundo, en nuestras ciudades, pueblos, barrios.

Los Laicos Consolación no podemos pasar de largo ante esta realidad. El legado de M. Rosa Molas nos lanza y nos proyecta a implicarnos y apoyar aquellas propuestas, ​dentro​ y ​fuera​ de la Iglesia, que promuevan la dignidad y calidad de vida de todas las mujeres, especialmente las más débiles.

Desde nuestro lugar en el mundo, los miembros del MCM, podemos dar un primer paso creando entornos seguros donde se promueva la fraternidad, las ​relaciones de calidad​, las redes de apoyo y ​solidaridad​ con las mujeres más vulnerables. ¿Nos ponemos en ​salida hacia la igualdad?