Ojeando nuestros origenes
Un quejido apenas perceptible rompe el silencio de esa larga noche en vela en El Jesús… pasos presurosos salen al encuentro de aquel enfermo postrado por el dolor… María Rosa entrega una tierna palabra “Mándeme usted, dígame para que soy buena”, un ágil gesto alivia la incomodidad del lecho por la enfermedad.
Aterrizar no es más que llevar a nuestra vida concreta el contenido del mensaje de Dios.
En la sección ATERRIZANDO contaremos con una visión cristiana en temas de actualidad desde diferentes puntos de vista y autores
«La Oración con María Rosa Molas»
“La oración en todo lugar podemos tenerla”
Ojeando nuestros orígenes
Un quejido apenas perceptible rompe el silencio de esa larga noche en vela en El Jesús… pasos presurosos salen al encuentro de aquel enfermo postrado por el dolor… María Rosa entrega una tierna palabra “Mándeme usted, dígame para que soy buena”, un ágil gesto alivia la incomodidad del lecho por la enfermedad.
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De corriente vemos a María Rosa que sale presurosa al encuentro del hermano sumido en el sufrimiento; niños y ancianos abandonados, de las mujeres y jóvenes que no tienen un sentido en sus vidas, familias destrozadas por la desunión…
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Sale al encuentro de los hermanos con la espontaneidad de quien ha sido encontrada con anterioridad por Jesús. La oración es la cita que de continuo le ocupa al iniciar el día, y en lo largo de la jornada. Oración donde escucha al Amado, y es escuchada por Él.
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Su caminar es presuroso para ir a la tribuna, ansia fijar su mirada en Jesús, y desde El descubrirlo presente en los hermanos, en los necesitados de su tiempo. Amor recibido a raudales, es el amor ofrecido en la entrega incansable que hizo de su vida.
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Aquí en el silencio de esta larga noche, nos encontramos a María Rosa; sigilosa y decidida, haciéndose Consolación…
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Quienes le conocieron
Las hermanas conservan innumerables ejemplos en lo cotidiano de su vida; mientras que sus palabras la podemos definir cómo justas, de quien tiene claros principios y rectas certezas.
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Ante la contrariedades que sufren las hermanas, le oímos exclamar: “Hija mía, en el Calvario, a los pies del Señor, se halla todo consuelo y alivio”. Impulsa así el encuentro “solo en Dios, Padre y Señor de misericordia y consuelo podemos ser consolados, para ser Consolación”. Esencia de nuestro existir en la Iglesia y misión en el mundo.
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“Quien ha llegado a probar cuan dulce es Dios, no puede sin gran violencia, dejar el suave ejercicio de caminar en su Presencia”. Gusto María Rosa las realidades eternas, por eso su paso es apresurado, es constante su andar. Orientada su persona a permanecer en la Presencia de Jesús, a quien clama en su interior “Jesús mío, dulzura mía”.
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A sus hermanas ajetreadas en la misión les dice: “La oración en todo lugar podemos tenerla”. Sabe que sus hermanas están ajetreadas en el servicio a los hermanos, que el deseo profundo que las mueve es dar Gloria a Dios. Por ello las anima a orar en todo lugar y ocasión.
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Sabe María Rosa que orar es alabar “¡Nada hay más hermoso en la tierra que las obras del Creador!”. Orar es servir a Jesucristo en la persona del pobre: “No deseo más que el pobre sea servido y Dios alabado”. Orar es buscar la Gloria de Dios ante todo lo terreno: “Todo sea para Gloria de Dios y bien del prójimo, nada para nosotros”.
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En el hoy María Rosa sale presurosa
Desconsuelos de ayer en El Jesús, vidas marcadas por la pobreza, heridas por la hostilidad del destino. Tantos rostros curtidos por la desesperanza y abatimiento… Desconsuelos de hoy en nuestro mundo… Con otros rostros, tienen otros nombres, son en sí mismos sufrimiento y dolor que claman alivio.
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María Rosa hoy sale presurosa; en los niños, jóvenes, adultos y hermanas que se han dejado consolar por Dios, en ese encuentro de oración personal y de comunidad; para salir al encuentro de los hermanos que necesitan con urgencia la Consolación de Dios.
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En el silencio de esta larga noche, en el hoy, salimos presurosos al encuentro de los más desfavorecidos del mundo, presurosos como María Rosa…
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Aterriza…
- ¿Cómo son tus orígenes? ¿Vives desde el silencio y la contemplación?
- ¿Cuál es tu «Tribuna»?
- ¿Qué conoces de la Madre? ¿Cuáles son las palabras que haces tuyas?
- ¿Qué frase, palabras, texto hacer tuyo y te dices a modo de oración?
- ¿Cómo hacer presente a la Madre hoy?
- ¿Sales al encuentro de los más desfavorecidos del mundo?
Andrea Gutiérrez Parra, Sucre (Bolivia)
Parte de Hablad al Corazón #10 – julio 2019
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